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To kill a mockingbird - El eterno problema del Otro

  • Foto del escritor: Andy Martinez
    Andy Martinez
  • 28 ago 2020
  • 2 Min. de lectura

To kill a mockingbird es una de las obras insignia de la literatura estadounidense y se ha convertido en una de las obras más leídas en todo el mundo. Harper Lee retrata en esta novela la vida de dos niños del sur de los Estados Unidos que pertenecen a un pequeño pueblo donde nada importante pasa. Es en estos pequeños pueblos donde podemos encontrar los rasgos más importantes de una sociedad.


Este libro es causa y consecuencia de una década importante en la historia del país norteamericano: el movimiento por los derechos civiles le dio voz a un grupo históricamente segregado. 60 años más tarde, la lucha por esos derechos sigue viva, y en la obra de Harper Lee podemos encontrar detalles importantes de ella.


En To kill a mockingbird vemos el mundo a través de los ojos de una pequeña niña, Scout. Es un mundo rígido lleno de normas sociales que chocan constantemente con las enseñanzas de su padre, Atticus.


Atticus es un personaje más grande que la vida: un papá soltero que se hace cargo de sus dos hijos, tiene el respeto de todos y actúa como la brújula moral de la historia. Es por eso que le asignan un caso imposible: defender a un hombre negro acusado de violar a una mujer blanca.


Scout y Jem, el hermano mayor de nuestra protagonista, son testigos del trabajo que su padre hace por defender al pobre Tom Robinson. Este juicio representa las injusticias históricas que la comunidad afroamericana ha sufrido en Estados Unidos.


Los hijos de Atticus logran librarse de esa enfermedad que infecta a todos los habitantes del pequeño pueblo, ese pequeño germen que genera tantas injusticias. El racismo es una enfermedad sistemática de los Estados moderno, y la única manera de curarnos es reflexionando personalmente sobre nuestras acciones.


Un problema recurrente para el ser humano es la existencia del Otro, esa imposibilidad de salir de nuestra propia individualidad que genera tantos conflictos. Somos seres sociales, pero nos identificamos con un grupo reducida, ya sea por nuestro color de piel, nuestro lugar de nacimiento, o nuestro género.


La globalización del mundo sacó a la luz esta grave problemática que vivía oculta en el imaginario colectivo. Creíamos que los problemas de racismo eran cosa del pasado, pero hemos sido ciegos ante un problema tan grave.


To kill a mockingbird es una obra que nos permite resaltar los pequeños detalles de las sociedades donde germinan problemas tan graves como el racismo. Todos somos responsables de identificar los problemas y actuar para acabar con ellos.


"Shoot all the bluejays you want, if you can hit´em, but remember it´s a sin to kill a mockingbird."

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